Desde lejos no se ven los defectos, la cercanía exalta la perfección, secuestro de lágrimas...alas de sal...el alcohol se evapora y la promesa continua, deglutir ahora una amarga cereza...diabólico perseverar...te espero con los puños cerrados, el dolor es sordo aunque a gritos se expresa, descanso en el desierto vivo mientras mi mano ya no desa viento. 
Colma la distancia, tu larga sonrisa, la desconocida impronta de una voz…silueta, alma, vestido…con rigor lógico restaurar el acné del placer, derivar de una guerra preventiva, de la insomne lucha por “ser”…sol caliente de los misterios tendidos en tu cuerpo, dame todo el tiempo que no he tenido…fiesta de almas lanzadas al pecado…¿podrías llevarme a donde llevarías la vida?...camíname el corazón
Olvidadas palabras en la hierba alta, una especie de desorden casual de eventos solitarios…ocupa una sola neurona…vida terracota y luego una luz, una punta brillante en la opacidad del sistema…desnudo actor…de gusto agridulce la sorpresa, detener la mímica del personaje recitado…reclamo de sueños enterrados, destilo un réquiem para un desconocido…libro por todos?
Tu hielo es tu fuego, allí indicando el camino…eres ninfa y sangre…mas que a ti busco tu alquimia, almizcle adictivo que como impermeable se adosa y me danza con blasfema mente en la noche asimétrica…sorprende la fragilidad con la que trasmutas las coordenadas, con la que devoras el “sinsentido” de la eternidad…de este amor.
Es una especie de luz esmerilada, un aroma tibio de melancolía de estrellas cayendo en el jardín del reposo…una voz insensata, una bofetada…debemos morir temprano, despojarnos de la medieval armadura, en el rincón de la habitación dejar el lastre, “semicerrar” los ojos para ver al viejo sin dientes trajeado de negro, que ríe y ríe y ríe…son los instantes que los demás llaman vida…bañémonos con prudencia, estoy aquí, abrázame como lo haces a menudo, cuando me amas lentamente en este mundo de mariposas.
Tal vez una voz...una nueva vía, una especie de puente en conexión sónica...excitar sin pudor la cadena de huesecillos, escuchame atenta...es de lo mismo más, entrando por el oido.