
Hay gente que no explora el interior de las flores, precisión involuntaria, precisión con la que desenredas como frío cirujano tu corazón anfibio….veladamente percibo mi propia sal, tu enarenada boca, mordiscos de “amor fósil”, evidente, esparcida….tu rostro disuelto en mármol admite complicidad, declara tu independencia….y te nombro madreperla, mujer cebada, proveedora de arroz, alga marina, gran cazadora de espíritus, hacedora de todo.…hay riquezas húmedas, áridas, para desear, para tomar….pero un “pic de luna”, eso es un halo, un resplandor psíquico.